miércoles, 19 de octubre de 2022

CAFÉ DE OLLA o MALTA

     


El café de olla (o "agua de cebada" como se le conoce en algunas localidades de la zona levantina) es un sustituto perfecto del café tradicional, puesto que tiene un sabor parecido y no lleva cafeína, por lo que puedes tomarlo en cualquier cantidad y a cualquier hora del día. Aunque se le llama "café" no tiene ni por asomo este componente entre sus ingredientes. 

      Está hecho básicamente con malta, que es un producto que se obtiene del grano de cebada germinado, secado y tostado, y como cereal que es, posee muchas propiedades. Es muy rica en nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo como fósforo, potasio, sodio, calcio, magnesio, hierro y zinc. Además, su bajo aporte en grasas y su alto nivel de aminoácidos hacen que sea una bebida idónea en dietas de adelgazamiento. Entre otros beneficios, destaca su alto contenido en agua, un 92%, que proporciona hidratación al organismo. Y lo mejor de todo, además de sana y energética, no aporta nada de cafeína.

      Para preparar esta deliciosa bebida, seguiremos estas indicaciones:

Los materiales antes de echarlos al agua.
INGREDIENTES:

- 1 litro de agua
- 100 gr. de malta
- 20 gr. de achicoria
- 1 trozo de canela en rama
- 6 cucharaditas de azúcar moreno (o un chorro de miel, o 10 pastillas de sacarina, según lo "a dieta" que estés)
- 1 chorrete de anís seco. 

PREPARACIÓN:

      Ponemos el agua a hervir en una olla grande. Cuando empiece a burbujear, apagamos el fuego y le echamos dentro la malta, la achicoria y el trocito de canela en rama. Lo dejamos un buen rato infusionando (al menos diez minutos). Luego lo filtramos con un colador de tela y entonces le añadimos la miel (o azúcar, o sacarina) y el chorrete de anís.

      Y ya lo tenemos listo para tomárnoslo tanto en caliente como en frío (metiéndolo unas horas a la nevera) o incluso granizado, según la época del año y nuestros gustos particulares.






lunes, 1 de agosto de 2022

SARDINAS SALADAS


INGREDIENTES: 

- Sardinas frescas (todas las que quieras)
- Sal gorda



PREPARACIÓN:

     Ponemos las sardinas enteras, sin limpiar, en un recipiente y las cubrimos con sal gorda. Si son muchas, vamos alternando una capa de sardinas con otra de sal, y así hasta que se cubran todas. Luego las metemos al frigorífico y las dejamos cierto tiempo. Si os gustan casi crudas, con dejarlas un día es suficiente; si os gustan poco saladas, a las 48 horas ya se pueden comer; y si las preferís bien curadas las podéis dejar dos o tres días más. 




     Cuando las saquéis, las laváis bien de sal, las secáis y las guardáis en un sitio fresco y seco. Y ya tenemos las típicas "sardinas de cuba" que tradicionalmente se compraban en el mercado, en el puesto de la Marta.



     Cuando vayáis a comerlas ya sí que habréis de limpiarlas de cabeza, tripas y piel de una en una. O si no, las podéis arreglar todas de golpe y conservar los filetes resultantes en un recipiente, bien cubiertas de aceite de oliva y, si os gusta, con unas láminas de ajo y perejil. Esta tapa se conoce con el nombre de "cubanitas". 






lunes, 18 de mayo de 2020

JABÓN CASERO DE SOSA


MATERIALES:

   
Para el jabón básico
(para uso corporal, para lavar la ropa, para fregar cacharros,...)
    - 1 litro de aceite de cocina usado
    - 1 litro de agua
    - 200 gr de sosa caústica en perlas o escamas
    - 1 cubo de plástico y un cucharón de plástico o madera para remover
    - Bandeja o molde de plástico o madera para dejarlo que endurezca.

    Para el jabón aromatizado (solo para uso corporal) usamos los mismos ingredientes de antes y además le podemos añadir cualquiera de estas opciones:
    - Hierbas aromáticas hechas en infusión en el agua de antes (romero, tomillo, lavanda, cáscara de limón o lo que queramos)
    - Un chorrito de aceite esencial (también los hay de muchos tipos: romero, tomillo, lavanda, limón, azahar y mil aromas más)
    - Podemos sustituir la mitad del agua por la misma cantidad de leche de vaca
    - 1 chorrito de crema corporal
    - Un poco de pasta de aloe-vera

ELABORACIÓN:

    Ponemos el agua en el cubo y le echamos la sosa con mucho cuidado pues empezará a hervir y los gases son muy tóxicos (a este preparado se le conoce con el nombre de "lejía caústica"). Si le vamos a añadir leche, esta se la ponemos cuando haya dejado de hervir. A continuación vamos añadiendo poco a poco el aceite , removiendo siempre en el mismo sentido. Si le vamos a echar pasta de aloe-vera o crema corporal, nos esperamos un rato a que la pasta haya espesado un poco y haya perdido calor.
 
    Cuando la mezcla se solidifique (puede pasar desde media hora hasta algunas horas), el cucharón se sujete solo en ella y se pueda separar el agua de la misma, vertemos la pasta en el molde y la aplanamos. El agua que suelte la tiramos. Luego la dejamos endurecer un día o dos, la desmoldamos y cortamos las pastillas con un alambre o con un cuchillo muy fino al tamaño deseado.


CONSEJOS DE USO:

    - Si el aceite es usado (incluso si está rancio), el jabón saldrá más espumoso que si es nuevo. Si no dispones de aceite usado, calienta el día antes el nuevo hasta que eche humo y luego lo dejas enfriar. Conseguirás el mismo efecto.

    - Este jabón es ideal para usarlo en la piel y ayuda a curar ciertas enfermedades de la misma. Pero para empezar a usarlo en el cuerpo debemos dejar pasar al menos dos o tres semanas para que se complete el proceso de "saponificación" y no nos perjudique la sosa caústica.

    - Si lo vas a usar exclusivamente como detergente para la ropa o para fregar cacharros, le puedes añadir un puñado de detergente en el punto en que le habríamos añadido el aloe-vera, haciéndole aumentar así su poder desengrasante.






viernes, 8 de mayo de 2020

PATATAS COCIDAS Y FRITAS

    Este plato es un recurso rápido, barato y sencillo de preparar que se puede tomar tanto frío como caliente y en cualquier época del año. Antiguamente era la merienda que se llevaban los trabajadores cuando iban a la huerta o a echar el jornal, y se solía preparar la noche de antes. Otra ventaja es que no necesita frío para su conservación y se solía guardar en la despensa o en un armario de la casa cuando el frigorífico era un bien escaso.



INGREDIENTES:

    - 1 kg de patatas
    - 2 garbas de ajos tiernos o 2 cabezas de ajos secos
    - 3 ó 4 pimientos italianos (o pimientos secos, en su defecto)
    - Agua, aceite de oliva y sal.
    - Opcional: sardinas saladas, salchichas, chumarro (panceta),...


PREPARACIÓN:

    Cocemos las patatas con la piel, previamente lavadas, y con un poco de sal. Podemos cocerlas enteras o partirlas por la mitad para que se hagan antes. Las escurrimos y las dejamos enfriar (también es frecuente usar las patatas que han sobrado de un día para otro).

    En una sartén freímos los pimientos y los apartamos bien escurridos. Si le vamos a poner algunas sardinas o embutido, lo freímos también y lo apartamos. En ese aceite freímos los ajos partidos en trozos y cuando cojan algo de color le añadimos las patatas peladas y cortadas en trozos pequeños. Lo vamos removiendo y le añadimos un poco de agua de la misma cocción para que se vaya quedando una pasta melosa, sin llegar a ser totalmente puré. Corregimos de sal y cuando pasen diez minutos más podemos apartarlas. 

    Hay quien les pone también un tomate troceado (esto habría que hacerlo justo antes de añadir las patatas a la sartén) o incluso un poco de pimentón para que cojan color, aunque lo más habitual es que no lo lleven.

    Las servimos en una fuente y le añadimos los tropezones que hayamos preparado antes. Se suele comer "sopando" con "barquitos" de pan pinchados en la navaja, o directamente a cucharadas. También hacen muy buenas "juntas" con unos huevos fritos. Y como siempre, lo suyo es acompañarlas de un buen vaso de vino en invierno o de una cerveza fresquita en verano.

    Que aproveche.
Patatas cocidas y fritas con sardinas



FLAN DE HUEVO


INGREDIENTES:

     - Medio litro de leche (o más, si lo quieres más blando)
     - Media docena de huevos 
     - 125 gramos de azúcar (modificable al alza o a la baja, según lo golosos que seáis) 
     - Cáscara de limón (opcional)
     - Canela en rama (opcional)
     - Esencia de vainilla (opcional)
     - Unas gotas de coñac (opcional)


PREPARACIÓN:

     Ponemos la leche a calentar con la cáscara de limón , el azúcar, la canela en rama y un chorro (pequeño) de coñac. Cuando vaya a hervir apagamos y dejamos enfriar.

      Por otro lado batimos los huevos. En un molde apto para horno hacemos caramelo (lo podemos hacer con un vasito de azúcar y otro de agua, calentando al fuego poco a poco hasta que coja un tono oscuro, aunque también podemos comprarlo ya hecho) y cubrimos el fondo. En este molde los huevos mezclados con el preparado anterior de leche, previamente colado. Ponemos al baño maría en el horno aproximadamente una hora a unos 150º. También podemos hacerlo en una olla normal, siempre que el recipiente/molde/flanera quepa dentro de ella. 

En el horno

     Sacamos del horno, dejamos enfriar y lo desmoldamos, volcándolo sobre una fuente. Y ya está listo para comer. Si queremos, antes de desmoldarlo se puede preparar una segunda dosis de caramelo con un poco de azúcar, agua y coñac y echárselo por encima al desmoldarlo.

     Una versión más consistente de este flan la conseguimos añadiéndole unas magdalenas o bizcocho, pasando así a llamarse "pan de calatrava", cuya receta también podéis ver en este blog.


viernes, 10 de abril de 2020

PAN



    Aquí tenemos la forma de elaborar uno de los productos esenciales en nuestras mesas, el pan. Algo básico y fundamental, que casi siempre compramos ya hecho de las panaderías o supermercados, pero que antiguamente se amasaba con muchísima frecuencia en las casas. Esta costumbre se está retomando últimamente, y por ello vamos a facilitar aquí la forma de hacerlo.




MATERIALES

    * Para la creciente:
        - 125 cl de agua
        - 5 gr de levadura
        - 150 gr de harina

    * Para la masa:
        - 400 gr de harina de fuerza (si no la encontramos, usamos harina normal)
        - 400 gr de harina todo uso (harina normal)
        - 1/2 litro de agua tibia
        - 10 gr de levadura fresca
        - 1 pizca de sal


PREPARACIÓN

    Tenemos que preparar la creciente la noche antes. Para ello mezclamos los materiales indicados y los dejamos reposar.

    Al día siguiente, ponemos la harina en un bol, la mezclamos con la sal y hacemos un hueco en el centro, seguidamente ponemos la creciente y el agua tibia con la levadura diluida en ella. Lo mezclamos todo muy bien y, cuando esté la mezcla hecha, la ponemos en una tabla o en el mármol de la cocina y lo amasamos. Para ello espolvoreamos la superficie con harina y le vamos dando vueltas una y otra vez durante unos minutos. Podemos untarnos las manos con aceite de oliva para evitar que no se nos pegue la masa.

    Una vez que hayamos terminado esta operación, dejamos reposar la masa bien tapada con un paño de cocina a temperatura ambiente (a ser posible, que sea cálida para que suba más rápido). Cuando doble el volumen (el tiempo es muy variable, puede ser media hora o varias horas) la sacamos, volvemos a amasarlo un minuto o dos para sacarle el aire y hacemos el pan (o panes). Los colocamos en una paño espolvoreado de harina, lo tapamos y dejamos que vuelva a aumentar de volumen. 

    Mientras tanto, ponemos el horno a unos 190° grados. Cuando la masa de los panes haya subido les hacemos los típicos cortes o marcas en la parte superior, los colocamos en una bandeja con papel vegetal untado de aceite, los podemos espolvorear si queremos con un poco de harina para darle un aspecto más rústico y los metemos al horno hasta que estén cocidos. El tiempo de cocción es alrededor de una hora, pero dependerá de cada horno y de la temperatura a la que lo tengamos, eso ya es cosa de que cada cual le vaya pillando el puntillo al asunto.

    Cundo los saquemos del horno los dejamos enfriar al aire libre y luego los guardamos en una bolsa de tela o de papel, pero nunca de plástico.

    ¡Que aproveche!









miércoles, 8 de abril de 2020

BIZCOCHO (de varios tipos)



     El bizcocho no es algo típico y exclusivo de Moratalla, desde luego, pero se ha elaborado desde siempre en todos los hogares como si lo fuera. También hay que decir que existen muchas variedades de bizcocho (o torta, como se le solía llamar antes en el pueblo) y cada cual le da su toque particular. En este blog vamos a poner la receta del bizcocho básico (más o menos como lo hace la mayoría de la gente) y luego añadiremos algunas de las variedades más usuales (con manzana, con chocolate, con pasas, con nueces,...). Y ya cogéis la versión que más os guste, aunque lo ideal sería hacerlas todas y pegaros un buen festín.

BIZCOCHO BÁSICO

MATERIALES:

    - 1 vaso de leche (o de yogur)
    - 1 vaso de azúcar
    - 1 vaso de aceite de girasol
    - 1 vaso de huevos
    - 2 vasos de harina
    - La raspadura de uno o dos limones
    - 3 sobres gaseosa (o medio sobre de Levadura Royal)
    - Una pizca de aroma de vainilla (opcional)
    - Un puñado de azúcar glass para adornar (opcional)

PREPARACIÓN:

Bizcocho básico
    Se mezclan todos los ingredientes en un barreño y se baten a mano o con la batidora. Se pone papel vegetan en una llanda o bandeja de hornear, se echa dentro la mezcla y se espolvorea con un poco más de azúcar y (opcional) con un poco de canela. Se mete al horno en la bandeja del centro (que deberá estar previamente calentado) a unos 140º y con calor tanto por arriba como por abajo y se deja hasta que suba y coja color. Normalmente estará terminado en unos 40 minutos, más o menos, pero para comprobarlo le pinchamos con un tenedor y si sale seco, es que ya está en su punto.

    Una vez apagado el horno, podemos ponerle por encima un poco de azúcar glass para adornarlo, incluso podemos hacerle algún dibujo con alguna plantilla, si queremos darle vistosidad.


BIZCOCHO DE MANZANA

   
 
Bizcocho de manzana
  Se hace exactamente igual que el básico pero previamente habremos cortado en láminas una o dos manzanas. vertemos la mitad de la masa en la bandeja, ponemos una capa de mazana, luego vertemos el resto y le colocamos la otra mitad de las manzanas por arriba. Le añadimos un espolvoreo de azúcar y canela (opcional) y procedemos igual que con el básico.







BIZCOCHO DE FRUTAS

    Lo hacemos igual que el de manzana, pero le podemos poner otras frutas en rodajas de forma similar. Algunas sugerencias son kiwi, fresas, plátanos, ...
    

BIZCOCHO DE CHOCOLATE

Bizcocho de chocolate
     Se hace prácticamente igual que el básico, pero en esta ocasión no le añadimos raspadura de limón. En la masas sustituimos un vaso de harina por uno de chocolate en polvo, y además le añadimos media pastilla de chocolate puro hecho trocitos. Opcionalmente también se le puede añadir una taza de café o unas cucharadas de café en polvo (que puede ser normal o descafeinado). Cuando esté en la bandeja, podemos espolvorearlo con perlas de chocolate. Procedemos a hornearlo igual que al básico y cuando esté terminado, lo podemos espolvorear de nuevo con más perlas o virutas de chocolate, lo dejamos cinco minutos más y apagamos el fuego.

BIZCOCHO CON PASAS

    Se hace igual que el básico pero a la masa le añadimos un vaso de uvas pasas, que habremos tenido un par de horas a remojo para que se blandeen. Además, podemos reservarnos un tercio de estas pasas y se las colocamos por encima a la masa antes de meterlo al horno.


BIZCOCHO CON ALMENDRAS

    Se hace igual que el básico, pero a la masa le añadimos uno o dos vasos (según el gusto) de almendra molida. Por encima le podemos poner también unas cuantas almendras laminadas antes de meterlo al horno.


BIZCOCHO DE NARANJA

    Se hace igual que el bizcocho básico, pero sustituimos el vaso de leche por un vaso de zumo de naranja. Además, la ralladura debe ser también de naranja, en vez de limón. Y podemos ponerle también unas tiras de la propia corteza de la naranja dentro de la masa o incluso de adorno por encima antes de meterlo al horno. Otro detalle es añadirle a la masa una copita de Cointreau (licor de naranja). Y desde luego, comérselo luego acompañado de otra copita de esta bebida espirituosa.





BIZCOCHO CON NUECES

    Se hace igual que el básico pero a la masa le añadimos un vaso de nueces. Además, igual que con el de las pasas, podemos añadirle un último puñado de nueces por encima de la masa antes de hornearlo.


BIZCOCHO DE LECHE CONDENSADA

     Se hace igual que el básico pero en vez de leche normal le ponemos un bote de leche condensada y le suprimimos el azúcar, pues la leche condensada ya va lo suficientemente dulce.

Bizcocho de leche condensada



------------------------------------------------------------------------------

    También podemos hacer mezclas con otros materiales, o incluso con varios a la vez. Por ejemplo, añadirle un vasito de pasas al bizcocho de chocolate hacen que este salga más jugoso. Aquí ya entra en juego nuestra imaginación y nuestras ganas de experimentar. Sirva de ejemplo la siguiente foto, en la que hemos hecho un bizcocho con harina integral, zumo y cáscara de naranja, pasas, nueces fresas y canela.

Bizcocho de naranja, fresas, pasas, nueces y canela.






viernes, 3 de abril de 2020

ESPINACAS ESPARRAGÁS

 
MATERIALES:

    - Dos o tres manojos de espinacas
    - Una cabeza de ajos secos
    - Un chorro de aceite de oliva
    - Un chorro de vinagre
    - Agua y sal





    
PREPARACIÓN:

    Troceamos las espinacas, las enjuagamos bien en un barreño (pues siempre llevan algo de barro entre sus tallos) y las ponemos a hervir en una olla con un poco de agua. Mientras tanto, vamos pelando unos cuantos ajos (al gusto de cada uno) y los hacemos trocitos medianos. Reservamos seis o siete de estos trocitos y el resto los ponemos en una sartén (en la que vayan a caber luego todas las espinacas) con un buen chorro de aceite de oliva caliente. Los doramos a fuego lento, los escurrimos y los reservamos aparte. 

    Cuando hayan pasado unos 15 minutos, sacamos las espinacas de la olla y las escurrimos bien. Acto seguido las echamos a la sartén con el aceite de freír los ajos y un espolvoreo de sal y las vamos rehogando a la vez que las picoteamos con la rasera para que se vaya haciendo una pasta.

    Metemos los ajos crudos que habíamos apartado antes en un mortero y los machacamos. Les añadimos un buen chorro de vinagre y se lo añadimos todo a la sartén cuando las espinacas estén ya para apartar. Le damos a esta mezcla un par de vueltas rápidas y apagamos el fuego (o si queremos, podemos añadírselo luego en crudo, cuando ya las hayamos apartado). Sacamos las espinacas, las servimos en una fuente y le colocamos por encima los ajos fritos.

    A este plato le viene fenomenal acompañarlo de unos huevos fritos y una buena rebanada de pan (que lo podemos tostar, para darle un punto de refinamiento). ya solo le falta un buen vaso de vino y tenemos una cena perfecta.






viernes, 28 de febrero de 2020

TORTA DE GARBANZOS

     Esta torta se solía hacer antiguamente en las casas del pueblo cuando se amasaba el pan.

INGREDIENTES:
- 1/2 kg de harina
- 15 o 20 g. de levadura de panadero (o un poco de creciente)
- 2 vasos de agua
- Una pizca de sal
- 1/2 vaso de aceite de oliva
- Uno o dos puñados de garbanzos

ELABORACIÓN:

      Ponemos los garbanzos a remojo al menos unas 5 o 6 horas antes (como si fuéramos a cocinarlos en un potaje o cocido).

     Hacemos la masa como si de pan se tratara (de hecho, antiguamente se hacía apartando un poco de la masa del pan normal). Si no estamos amasando pan, la hacemos de la siguiente forma: diluimos la levadura en el agua tibia, le mezclamos la harina y la sal, hacemos la masa y la dejamos reposar para que suba (fermente) a temperatura ambiente (cuanto más calor haga, más rápido subirá). Una vez que haya subido, le vamos añadiendo poco a poco el aceite y la volvemos a amasar. La dejamos reposar otro poco y la extendemos en una llanda de horno (a la que previamente habremos untado el fondo con aceite para evitar que se pegue). 

     Una vez extendida, le vamos clavando los garbanzos puestos previamente a remojo (pero en crudo). La cantidad depende del gusto de cada uno. Cuantos más, mejor. Luego la espolvoreamos con un poco de sal gorda y la metemos al horno durante unos 30 minutos y a una temperatura de unos 180º. La torta quedará como un pan fino y dorado, pero con garbanzos.

Buen provecho.


viernes, 14 de febrero de 2020

POTAJE DE TRIGO

     Esta receta es una de las más antiguas que se conocen de la cocina moratallera, y por desgracia, hoy en día se cocina en muy pocas casas. Es un plato muy económico que se comía con mucha frecuencia antiguamente precisamente por eso, por la escasez de alimentos que había por todas partes y lo fácil que era disponer de trigo, patatas, garbanzos y alubias en cualquier hogar del pueblo, por muy humilde que fuera. Además, se elabora de forma muy parecida al resto de potajes que conocemos: el de pencas de cardo y apio, de alubias verdes, de tabillas, de calabaza, de habas y alcachofas, de Semana Santa, de acelgas… solo que este no lleva verduras. 


INGREDIENTES:

     - 1/4 kg de garbanzos
     - 1/4 kg de alubias blancas
     - 100 grs de trigo
     - 1/2 kg de patatas
     - 4 dientes de ajo
     - 1 pimiento rojo
     - Pimiento molido, azafrán, aceite de oliva, agua y sal

ELABORACIÓN:

     Dejamos a remojo el trigo la noche anterior y lo restregamos hasta que salte la piel. También dejamos los garbanzos y las alubias a remojo, como hacemos siempre con cualquier potaje o guiso que los lleve en su elaboración. Ponemos todos estos materiales en una olla con unos dos litros de agua y lo dejamos cociendo a fuego lento hasta que estén tiernos (una hora aproximadamente). Como siempre, al principio de la cocción vamos retirando la espuma que sale de las legumbres.

     Mientras tanto, vamos preparando un sofrito con los ajos en láminas y el pimiento hecho trozos. Cuando esté rehogado, le echamos una cucharada de pimentón, le damos una vuelta rápida y lo añadimos a la olla cuando las legumbres estén en su punto de cocción. También le incorporamos las patatas partidas "al chasquido", un chorro de aceite, el azafrán y lo rectificamos de sal.

     Cuando las patatas estén bien cocidas (unos veinte minutos después de ponerlas), apagamos el fuego y lo servimos bien caliente.

     Una versión más "contundente" de este guiso es la "olla de trigo" (ver receta aparte), que  al igual que la "olla de muerte marrano" incorpora en su elaboración algunas piezas de carne de este animal que se obtenían en las casas cuando se hacía la matanza.



CAFÉ DE OLLA o MALTA

      El café de olla (o "agua de cebada" como se le conoce en algunas localidades de la zona levantina) es un sustituto perfecto ...

Las recetas más populares: