- Medio litro de leche (o más, si lo quieres más blando)
- Media docena de huevos
- 125 gramos de azúcar (modificable al alza o a la baja, según lo golosos que seáis)
- Cáscara de limón (opcional)
- Canela en rama (opcional)
- Esencia de vainilla (opcional)
- Unas gotas de coñac (opcional)
Ponemos la leche a calentar con la cáscara de limón , el azúcar, la canela en rama y un chorro (pequeño) de coñac. Cuando vaya a hervir apagamos y dejamos enfriar.
Por otro lado batimos los huevos. En un molde apto para horno hacemos caramelo (lo podemos hacer con un vasito de azúcar y otro de agua, calentando al fuego poco a poco hasta que coja un tono oscuro, aunque también podemos comprarlo ya hecho) y cubrimos el fondo. En este molde los huevos mezclados con el preparado anterior de leche, previamente colado. Ponemos al baño maría en el horno aproximadamente una hora a unos 150º. También podemos hacerlo en una olla normal, siempre que el recipiente/molde/flanera quepa dentro de ella.
Sacamos del horno, dejamos enfriar y lo desmoldamos, volcándolo sobre una fuente. Y ya está listo para comer. Si queremos, antes de desmoldarlo se puede preparar una segunda dosis de caramelo con un poco de azúcar, agua y coñac y echárselo por encima al desmoldarlo.
Una versión más consistente de este flan la conseguimos añadiéndole unas magdalenas o bizcocho, pasando así a llamarse "pan de calatrava", cuya receta también podéis ver en este blog.
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