El café de olla (o "agua de cebada" como se le conoce en algunas localidades de la zona levantina) es un sustituto perfecto del café tradicional, puesto que tiene un sabor parecido y no lleva cafeína, por lo que puedes tomarlo en cualquier cantidad y a cualquier hora del día. Aunque se le llama "café" no tiene ni por asomo este componente entre sus ingredientes.
Está hecho básicamente con malta, que es un producto que se obtiene del grano de cebada germinado, secado y tostado, y como cereal que es, posee muchas propiedades. Es muy rica en nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo como fósforo, potasio, sodio, calcio, magnesio, hierro y zinc. Además, su bajo aporte en grasas y su alto nivel de aminoácidos hacen que sea una bebida idónea en dietas de adelgazamiento. Entre otros beneficios, destaca su alto contenido en agua, un 92%, que proporciona hidratación al organismo. Y lo mejor de todo, además de sana y energética, no aporta nada de cafeína.
Para preparar esta deliciosa bebida, seguiremos estas indicaciones:
Los materiales antes de echarlos al agua. |
PREPARACIÓN:
Ponemos el agua a hervir en una olla grande. Cuando empiece a burbujear, apagamos el fuego y le echamos dentro la malta, la achicoria y el trocito de canela en rama. Lo dejamos un buen rato infusionando (al menos diez minutos). Luego lo filtramos con un colador de tela y entonces le añadimos la miel (o azúcar, o sacarina) y el chorrete de anís.
Y ya lo tenemos listo para tomárnoslo tanto en caliente como en frío (metiéndolo unas horas a la nevera) o incluso granizado, según la época del año y nuestros gustos particulares.
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