Este plato es un recurso rápido, barato y sencillo de preparar que se puede tomar tanto frío como caliente y en cualquier época del año. Antiguamente era la merienda que se llevaban los trabajadores cuando iban a la huerta o a echar el jornal, y se solía preparar la noche de antes. Otra ventaja es que no necesita frío para su conservación y se solía guardar en la despensa o en un armario de la casa cuando el frigorífico era un bien escaso.
- 1 kg de patatas
- 2 garbas de ajos tiernos o 2 cabezas de ajos secos
- 3 ó 4 pimientos italianos (o pimientos secos, en su defecto)
- Agua, aceite de oliva y sal.
- Opcional: sardinas saladas, salchichas, chumarro (panceta),...
PREPARACIÓN:
Cocemos las patatas con la piel, previamente lavadas, y con un poco de sal. Podemos cocerlas enteras o partirlas por la mitad para que se hagan antes. Las escurrimos y las dejamos enfriar (también es frecuente usar las patatas que han sobrado de un día para otro).

Hay quien les pone también un tomate troceado (esto habría que hacerlo justo antes de añadir las patatas a la sartén) o incluso un poco de pimentón para que cojan color, aunque lo más habitual es que no lo lleven.
Las servimos en una fuente y le añadimos los tropezones que hayamos preparado antes. Se suele comer "sopando" con "barquitos" de pan pinchados en la navaja, o directamente a cucharadas. También hacen muy buenas "juntas" con unos huevos fritos. Y como siempre, lo suyo es acompañarlas de un buen vaso de vino en invierno o de una cerveza fresquita en verano.
Que aproveche.
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Patatas cocidas y fritas con sardinas |
estan riquisimas
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