INGREDIENTES:
PREPARACIÓN:
Se hace la masa con todos los ingredientes, excepto un poco
de manteca (el equivalente a un huevo), que reservaremos para trabajar después
la masa. Una vez hecha, la estiramos con un rodillo en una superficie ancha y
embadurnamos toda la superficie con un poco de la manteca que reservamos. Luego
la doblamos por la mitad y la volvemos a estirar. Volvemos a untar con la
manteca y volvemos a doblar. Así hasta que gastemos toda la manteca. De esta
forma estamos haciendo que luego se forme el hojaldre en la masa.
Una vez que hayamos trabajado de esta forma la masa, la
guardamos para que “duerma”, es decir, la dejamos reposar toda la noche en un
sitio bien frío. Lo normal hoy en día sería meterla al frigorífico. En tiempos,
cuando no existían los frigoríficos, se dejaban simplemente en la despensa o en
la cocina, porque como estos dulces se hacían solo en navidad, la climatología
habitual en el pueblo ya se encargaba de que el preparado estuviera bien frío.
Al día siguiente, volvemos a estirar la masa con el rodillo
por última vez y con un vaso de boca ancha usado a modo de molde vamos sacando
trocitos redondos de masa. Le colocamos en el centro una cucharada de cabello
de ángel y los doblamos como si fueran empanadillas. Les cerramos bien el borde
y los colocamos en una llanda. Luego la metemos al horno y cuando los saquemos,
mientras están calientes, los rebozamos en azúcar. Y en cuanto se enfríen un
poco, ya están listos para comer.
Una variante es hacerlos rellenos con chocolate, en vez de cabello. Esta opción es también muy gustosa y suculenta, y especial para los niños, que normalmente los prefieren así.
El cabello de ángel lo podemos comprar en conserva o fabricar nosotros mismos. Si quieres saber cómo se hace, pincha este enlace y te lo explicamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario