MATERIALES:
- 1 kg de almendras
- 1/2 kg de azúcar (para los más golosos se puede aumentar esta cantidad)
- 1 tableta de 1/2 kg de chocolate puro
- 1 copa de anís seco
- 1 cucharada de margarina
- 1 cucharada de margarina
- Un poco de azúcar glass
PREPARACIÓN:
Lo primero que tenemos que hacer (y lo más entretenido) es escaldar las almendras para quitarles la piel y tostarlas en el horno (con mucho cuidado de que no se nos quemen, pues esto ocurre con mucha facilidad). Una vez que las tengamos tostadas y se hayan enfriado, pasamos a molerlas (con el molinillo típico de moler almendras o con cualquier robot de cocina de hoy en día).
A continuación separamos media pastilla de chocolate que la haremos trocitos pequeños y los reservamos, y la otra media que la rallamos y la fundimos en un cazo con un poco de agua o leche. Mezclamos la almendra molida con el azúcar y le añadimos el chocolate fundido y la margarina. Ahora empezamos a remover hasta que consigamos una pasta homogénea. Cuando se haya enfriado un poco la masa le añadimos la copita de anís seco y los trozos de chocolate que habíamos reservado. Mezclamos de nuevo todo el mejunje y ya podemos empezar a hacer las bolas o "zurullos".
Para este paso final tendremos un plato con un poco de anís en el que nos mojaremos las manos para ir haciendo las bolas (que pueden ser esféricas o alargadas, como las croquetas). Estas bolas las vamos rebozando en azúcar normal o glass (hay quien les pone también un poco más almendra molida) y las vamos colocando en una fuente o en una llanda para que se vayan secando. Cuando hayan pasado unos días y estén bien secas se pueden envolver en trocitos de papel celofán de colores o bien consumirlas tal cual, sin envoltorios.
Y desde luego, como siempre, estos dulces se aconseja acompañarlos de una copa de anís o de licor café. No es por nada, pero entran mejor.
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