La hermana pobre de la archiconocidísima a nivel nacional "Sangría", la Cuerva de Moratalla, es bastante más sencilla de preparar, pero no por ello menos sabrosa. Básicamente es una forma de darle salida al excedente de melocotones de una forma más alegre y festiva de lo habitual.
Cogemos unos cuantos melocotones, los pelamos y los hacemos trozos medianos (como las patatas de un potaje). Los ponemos en un recipiente hondo (una olla, una fiambrera,...) y le añadimos azúcar y canela (al gusto) y un buen chorro de vino tinto o rosado. Lo dejamos todo reposar unas horas en un sitio frío y ya podemos empezar a meterle mano.
Esta bebida se suele hacer en épocas de fiestas veraniegas y hay que llevar cuidado porque el azúcar de la fruta y la que le añadimos al brebaje hace que se potencie el alcohol del vino y puede llegar a ser muy peligroso, pues de siempre se ha dicho que enseguida se te sube a la cabeza...o se te baja a los pies, con los consiguientes riesgos de ir dando trompicones a las primeras de cambio.
Ni que decir tiene que si estás en las fiestas del Santo Cristo y la vaca anda suelta, mejor espérate a que la encierren, no vaya a ser que te líes y te revuelque.
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